Economia Nacional

El informe del FMI sobre Argentina y las proyecciones para cerrar 2024


El FMI revisó sus proyecciones para la economía argentina y ahora espera una menor inflación para este año pero una contracción de 3,5% del PBI (0,75% más que su proyección previa). Se trata del staff report, el informe técnico que dio luz verde a un desembolso de 790 millones de dólares que se usarán al repago de compromisos.

El título es largo: “Argentina. Octava revisión del Entendimiento Ampliado en el marco del Acuerdo de Facilidades Extendidas. Solicitudes de modificación de los criterios de desempeño, exenciones por incumplimiento de los criterios de desempeño y revisión de garantías de financiamiento”.

Si bien comienza resaltando que el plan «está firmemente encaminado, con un cumplimiento amplio de todos los criterios de desempeño cuantitativos hasta fines de marzo», advierte que «las condiciones externas podrían volverse menos favorables y la recesión hacerse más prolongada, alimentando tensiones sociales y complicando la implementación del programa».

El organismo elevó de 2,75% a 3,5% la perspectiva de caída anual del PBI y señaló, en línea con las proyecciones locales, que la desinflación encontraría un piso de «alrededor del 4% para fines de 2024».

Vale recordar la decisión de Luis Caputo de avanzar en una negociación con el FMI para reemplazar el programa actual por uno nuevo que involucre dinero fresco para levantar el cepo cambiario.

Para el FMI, “la actividad y la demanda se han contraído marcadamente, aunque hay señales tempranas de que algunos sectores podrían estar cerca de tocar fondo. Varios indicadores apuntan hacia una posible estabilización de la actividad económica a partir de julio, incluidas mejoras en la confianza del consumidor, un repunte del crédito privado y del consumo de cemento, todo ello en el contexto de un repunte de la producción agrícola tras la sequía del año pasado”.

Con relación a la inflación, estimó que siga en baja, para terminar 2024 en el 140% interanual y ” disminuyendo aún más en el mediano plazo, a medida que la demanda de pesos se recupere de niveles históricamente bajos”.

“Mientras tanto, se prevé que las reservas se mantengan sin cambios, ya que los términos de intercambio menos favorables se ven compensados en gran medida por mayores entradas netas de capital. Los superávits fiscales y externos sostenidos a mediano plazo -respaldados por políticas estrictas, aumentos de productividad y mejoras estructurales en el balance energético- fortalecerán las reservas y asegurarán las perspectivas de acceso a los mercados internacionales”, enfatizó el organismo.

Y añadió que las políticas monetaria y cambiaria “evolucionarán para afianzar la desinflación y salvaguardar la acumulación de reservas”.

Específicamente, “para apoyar la transición hacia un nuevo régimen monetario, el Banco Central garantizará que las tasas de política monetaria se muevan hacia territorio positivo en términos reales, mientras que la política cambiaria se volverá más flexible con la flexibilización de las medidas de gestión de los flujos de capital según lo permitan las condiciones”, según el Fondo Monetario.

En su reporte, el organismo también consideró que si bien la tasa fija de devaluación (del 2% mensual) “ha ayudado a anclar la inflación, las autoridades ajustarán la política cambiaria con el tiempo para moverse de manera más flexible para reflejar mejor los fundamentos y salvaguardar una mayor mejora en la cobertura de reservas”.

“Tras las medidas iniciales para deshacer las restricciones y controles cambiarios, las autoridades siguen comprometidas a deshacer todos los controles de capital y restricciones cambiarias, comenzando con las medidas más distorsionantes, incluida la eliminación del esquema de exportación preferencial 80/20 y eliminar el impuesto PAIS antes de finales de 2024”, agregó.