Gobernadores

Los Gobernadores Axel Kicillof y Nacho Torres pidieron más federalismo desde Rawson


Por primera vez, ambos mandatarios provinciales se encontraron en Chubut con una agenda común y un discurso político que deslizó críticas a la política nacional sobre la necesidad de instalar una “mirada federal” sobre los recursos y las discusiones. En este marco, Torres instó a “levantar la cabeza para salir de la grieta tuitera y dar respuestas a la gente”.

Bajo el paraguas de un discurso “federal, que vuelva a poner en valor a las provincias” y de “achicar las grietas”, la entrega de 15 ambulancias creó el escenario que reunió en Rawson a los gobernadores de Chubut y Buenos Aires, Ignacio Torres y Axel Kicillof, respectivamente. Tras la firma de un acuerdo, Kicillof aseguró: “Nosotros estamos en contra de la Ley Bases y el DNU 70/23. Los gobernadores estamos viendo cosas que le faltan al pacto [que promueve Javier Milei] que ya no será en mayo y estamos discutiendo para hacer planteos”.

En un hecho inédito para los tiempos actuales de la política el gobernador Axel Kicillof viajó a Rawson; entregó 15 ambulancias a la provincia de Chubut, uno de los distritos donde el peronismo perdió la última elección, y tuvo una larga charla a solas con el gobernador, Ignacio Torres.

El mandatario local no es inocente en este nuevo diálogo político aún cuando fluctúa entre ser opositor a la Casa Rosada y mostrarse como un importante dialoguista. Torres se mueve cómodo tanto entre halcones del PRO, como con libertarios y con el bloque patagónico integrado en su mayoría por partidos provinciales.

Kicillof avanza como su colega, en su propio Pacto de Mayo y de transversalidad frente a Javier Milei, un Presidente que rompió y obligó a la reconfiguración de los partidos tradicionales.

El chubutense se sostiene en sociedad con el radicalismo al que venció en internas pero que aún así le aportó la figura de Gustavo Menna como vicegobernador. Y al mismo tiempo rechaza la reversión de Ganancias en el marco del paquete fiscal que debate el Senado pero pide que se aprueben los beneficios del RIGI. 

Para entender el convenio firmado por Kicillof en Rawson hay que mirar apenas un poco atrás cuando firmó otro convenio con un gobernador radical, el santafesino Maximiliano Pullaro. Era menos difícil de explicar ese acto: Buenos Aires y Santa Fe son provincias que además de compartir límites comparten el drama del narcotráfico. Por eso el bonaerense aportó patrulleros y tecnología en el momento más violento que sufrían -y sufren- los santafesinos. El dato es que ahora, nuevamente, viajó.

Pullaro también es, como Torres, un dialoguista que pone condiciones al Pacto de Mayo que impulsa el Presidente. Ambos, como Kicillof, fueron a la Justicia en reclamo de los recortes sufridos por ejemplo la quita del Fondo de Incentivo Docente, entre otros ajustes a los que los obligó -sin consenso- el jefe de Estado.

La transversalidad que transita Pullaro lo llevó a ser amable anfitrión del último encuentro de gobernadores del Centro -con Llaryora y el entrerriano Rogelio Frigerio– del que participó el ministro Francos a quien llenó de elogios.

Y en los últimos días generó picantes comentarios con su encuentro con Leandro Santoro que representa a uno de los espacios radicales dentro de Unión por la Patria. En términos políticos la cita pareció un antídoto frente a los libertarios y al desembarco de Karina Milei en Santa Fe con su «karinismo» incipiente en el distrito.

Por detrás de los diálogos que la Rosada establece con los gobernadores a través del ministro del Interior, Guillermo Francos, Kicillof tiende puentes con sus colegas más jóvenes y flexibles. También con los que aparecen más valientes -si es que el término puede aplicarse- frente a los embates libertarios.